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Chica joven con claros signos de dolor en el bajo vientre o la pelvis

El dolor es bueno

El dolor es bueno.

y puede ser que leyendo esta afirmación pienses «¿pero esta qué me dice? si el dolor es horrible, me duele, me hace sentir fatal».

Exactamente, como es tan desagradable es tan efectivo.

Cuando hay un peligro REAL (más adelante veremos por que resalto esta palabra) el dolor nos pone en alerta nos hace alejarnos de esa fuente de daño, por ejemplo, si piso un cristal, ese dolor va a hacer que sepa que lo he pisado y esto me va a permitir quitarlo y curar esa herida, evitando infecciones y la posible pérdida del pie. Además los primeros días va a haber una inflamación, que también es dolorosa, que busca que dejemos esa zona descansar, permitiendo que el cuerpo lleve a cabo el proceso de reparación de la zona, poco a poco el dolor va a ser menor, va a disminuir y poco después estaremos corriendo sin recordar esas punzadas intensas que nos daban cuando nos clavamos el cristal  y poco después.

Así visto si, el dolor es bueno, el dolor es lo que nos ha permitido llegar hasta donde estamos hoy en día sin extinguirnos, sin morir por lesiones o infecciones menores.

Además nuestra memoria nos ayuda a prender, no solo a recordar, si camino descalzo por las rocas duele, es un riesgo. Si no me agacho cuando paso por la rama de un árbol y me golpea en el ojo duele….Así nuestra red neuronal evalúa todo lo que ocurre a su alrededor y en función de lo que ya ha aprendido toda decisiones.

¿Alguna vez has cogido la fuente del horno sin esperar suficiente? si es así ya sabes lo que duele, y seguro que las próximas veces esperas más tiempo o compruebas la temperatura antes de echar la mano a la fuente.

Todo esto responde a un dolor «biológico» un dolor que se produce por una situación de riesgo REAL para nuestro organismo, pero como el dolor siempre se produce por la evaluación que nuestro cerebro hace de la información que le llega hay ocasiones en la que la información no se gestiona correctamente y se entienden como «peligrosos» estímulos o situaciones que en realidad no lo son y por tanto, en esas situaciones hay que ayudar a nuestro cerebro volver a hacer una evaluación correcta de los estímulos que ocurren alrededor, pero ese es otro tema que nos va a dar mucho de que hablar.